19.8.14

Con el resaltador: Tana French


¿Te has dado cuenta de la facilidad con la que mueren los adolescentes? Se convierten en los mártires abanderados de cualquier causa, los soldados más valientes, los mejores suicidas. Es porque apenas tienen lazos con la realidad: no han acumulado aún amores, responsabilidades, compromisos y todas esas cosas que nos atan de manera irremisible a este mundo. Pueden soltar amarras con la facilidad y la simplicidad de levantar un dedo. Sin embargo, a medida que te haces mayor empiezas a encontrar cosas a las que merece la pena aferrarse, para siempre. De repente, te descubres jugando a no perder, y eso cambia cada fibra de tu cuerpo. 



En Piel Ajena

6.5.14

Sobre la salud

Nunca me enfermé, de chica. Me agarraba dolor de garganta los días que no queria ir al colegio, mamá jugaba a creerme y yo me tomaba el horrible amoxidal que me daba el pediatra (un pediatra con pipa!). Y me quedaba en la cama, a veces con el uniforme puesto, tomando té con mucho limón y miel.

Y después crecí. A los 19 o 20, todavía en casa pero ya en la universidad, tuve una gripe, mi primera gripe de verdad. Fui a la guardia, me atendió un doctor, me dio antibióticos. Cuando empecé a sentirme mejor, dejé de tomarlos y recaí mucho peor. Cuando volví a ir al médico, y le admití que había dejado de tomar los medicamentos, me miró, suspiró, se puso serio y me gritó: "¡No entendés que te podés morir???! ¿Y qué hago yo?" Me asustó más el grito que la premonición. Le pedí disculpas. Nunca lo volví a ver ni a tomar antibióticos.

Hasta los 25 años, una mañana, en la casa de un chico con el que salía. Que se automedicaba. Le pedí un ibuprofeno y me dijo que los sacara del cajón que estaba en la mesa. Miré la cantidad de blisters que tenía, leí uno de ellos, pensé "no tengo que tomar esto" y lo tomé. Y me provocó lo que después el médico me comentó que era una reacción alérgica a ese tipo de antibiótico, por lo cual estuve en cama durante 3 días seguidos, tras -y perdón que sea tan gráfica- escupir espuma. Porque no fueron vómitos, sino espuma. Ese período de reposo me permitió leer, en tan sólo tres días y con un malestar bastante fuerte, "Las correcciones", el que probablemente sea mi libro favorito.

No tuvo muchas más enfermedades notables hasta ahora, y estoy notando, es casi otro período de 5 años. Mi cuerpo responde a lo que pasa. Los cambios. La indefinición. La angustia. Hoy me desperté a las 7 de la mañana, me bañé, me volví a acostar y no me volví a despertar hasta que tuve que llamar a la oficina, después del mediodía. Odio estar enferma. Sentir que el cuerpo no responde a lo que quiere el cerebro. Y que a veces el cerebro tampoco responde a lo que quiere... ¿qué cosa? ¿La voluntad? ¿El alma? No sé.

Mientras tanto, por suerte y más allá de la fiebre, hay una pequeña conexión que me permite escribir estas pocas palabras. Será poco, pero es.

28.9.13

El living por asalto

Ayer, en una mesa redonda dedicada a debatir acerca del lugar de la sociología en la democracia, uno de los expositores, perteneciente a CEDOP, comentó que cerca del 50% de las personas que habían encuestado en ocasión de las últimas PASO no estaba interesada en la política. Además, al preguntar acerca del momento en que se había decidido el voto, el 20% contestaba que había sido en los momentos previos a entrar al cuarto oscuro. Y al indagar sobre tal decisión, se topaban con una respuesta difícilmente rebatible: "Tal candidato me gusta". Sin ahondar en motivos, en propuestas partidarias, en un pensamiento a largo plazo acerca del quehacer político cotidiano. Finalmente, terminaba su exposición alarmado acerca de la escasa efectividad de los millones gastados en las campañas. 

No creo, en particular, que esos millones hayan sido desperdiciados. Si una quinta parte de la población votante elige sólo por la publicidad, y si a la mitad de los electores realmente "no le interesa la política", en lo personal me parece que ha sido un éxito de marketing. 

La pregunta esencial es, ¿por qué "la política" no interesa? ¿Cuál es la imagen que estos sectores desinteresados tienen de lo que es esa palabrita que se ha vuelto difusa tras años de imposición de un pensamiento neoliberal, de un discurso en el que "los grandes relatos" ya no tienen lugar, donde la noción de política asociada a sucio, corrupción, mentira ha ganado el imaginario social? ¿Cómo es que los continuos pedidos de seguridad, de control de precios, de justicia no se asocian a la política

Una puede caminar por esta ciudad y escuchar fragmentos de conversaciones. Sentarse en un bar y, disimuladamente, encerrarse en un libro que no va a leer y poner los oídos al servicio de las voces de las otras mesas. Se va a encontrar con que el discurso de sus conciudadanos está plagado de política. Entre discusiones acerca de la última novia de Tinelli o el último escándalo de Jelinek, seguramente circularán aspectos que hacen al quehacer político más institucional. Pero pareciera que la política es algo mágico, algo que solamente hacen personas que son vistas casi como estrellas de cine, donde importa más si se usan unas calzas o si tal o cual es agresivo en una discusión en el recinto antes que las horas de discusión de leyes, de armado de proyectos, de ejecución y diseño de políticas públicas. 

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Tampoco olvido que, pegado a la persiana, oí morir a un conscripto en la calle y ese hombre no dijo: "Viva la patria" sino que dijo: "No me dejen solo, hijos de puta".
Después no quiero recordar más, ni la voz del locutor en la madrugada anunciando que dieciocho civiles han sido ejecutados en Lanús, ni la ola de sangre que anega al país hasta la muerte de Valle. Tengo demasiado para una sola noche. Valle no me interesa. Perón no me interesa, la revolución no me interesa. ¿Puedo volver al ajedrez?

Walsh nos cuenta en el prólogo de "Operación Masacre" que, hacia junio de 1956, su interés mayor estaba en jugar al ajedrez. Lo que menos le interesaba era qué pasaba con Perón o con Valle, solamente quería seguir con sus novelas, con sus juegos, con sus tardes y noches con los parroquianos del bar. Pero la política irrumpió en su vida cotidiana de la peor manera que conoce: irrumpió con violencia. Hasta se podría decir que, literalmente, su living fue baleado por las balas que la misma política había disparado. Se dio cuenta que no era algo lejano, y que los fusilamientos no fueron simples asesinatos contra personas individuales, sino contra el Pueblo. El resto, es historia. 

Tras más de 50 años durante los cuales la política irrumpió con violencia en las vidas cotidianas, con un interregno donde fue relegada al campo de la nada pero siguió violentando con pobreza, desocupación y futilidad de las vidas individuales, donde hubo otro estallido de violencia con cuerpos tendidos sin vida en el centro de la ciudad, y con los últimos diez años donde se la quiso imponer a la fuerza desde un relato con aristas emocionales que, pareciera, no ha terminado de formarse ni de ser efectivamente instalado, me gustaría pensar que no va a volver a irrumpir de la misma manera. Que tome el living por asalto, sí, tiene maneras: ese 50% al que no le interesa la política no puede ser obligado a interesarle, sino que tiene que ser instruido en ella. No se puede generar interés en algo que no se comprende bien.  


2.8.13

Con el resaltador: David Foster Wallace

Tengo treinta y tres años y la impresión de que ha pasado mucho tiempo y que cada vez pasa más deprisa. Cada día tengo que llevar a cabo más elecciones acerca de qué es bueno, importante o divertido, y luego tengo que vivir con la perdida de todas las demás opciones que esas elecciones descartan. Y empiezo a entender cómo, a medida que el tiempo se acelera, mis opciones disminuyen y las descartadas se multiplican exponencialmente hasta que llego a un punto en la enorme complejidad de ramificaciones de la vida en que me veo finalmente encerrado y atrapado en un camino y el tiempo me empuja a toda velocidad por fases de pasividad, atrofia y decadencia hasta que me hundo por tercera vez, sin que la lucha haya servido de nada, ahogado por el tiempo. Es terrorífico. Pero como son mis propias elecciones las que me encierran me parece inevitable: si quiero ser adulto, tengo que elegir, lamentar los descartes e intentar vivir con ellos


"Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer"

14.5.13

Con el resaltador: Lewis Coser


"El conflicto dentro de las estructuras burocráticas o entre ellas, proporciona los medios para evitar la osificación y el ritualismo que amenazan su forma de organización. El conflicto, aunque aparentemente sea disfuncional para los sistemas muy racionalizados, en realidad puede tener importantes consecuencias funcionales latentes. La resistencia a la innovación y al cambio parece ser una "psicosis ocupacional" que amenaza constantemente al burócrata; atacarla y superarla puede contribuir a que el sistema no se asfixie en 
la rutina debilitante del hábito, y a lograr que la creatividad y la invención puedan aplicarse en la misma actividad de planeamiento."


"Nuevos aportes a la teoría del conflicto social"

8.11.12

Buenos Aires

Me encanta Buenos Aires. Elegí vivir acá hace unos años, conozco varias otras ciudades y no tienen comparación. Tal vez Rosario un poco, apenas, se acerque. Sin embargo, estos días estuvo particularmente horrible. Basura, calor, lo que todos estuvimos viendo. Y la gente, que es parte de la ciudad e inclusive hasta diría que es la ciudad misma, no ayuda. Ni un poquito.

En estos días, Buenos Aires me hace acordar a esa gente que hace todo lo posible por afearse.


22.10.12

Good times for a change

1.- Por algún motivo el fin de semana se me ocurrió acordarme que alguna vez tuve un blog. Que alguna vez me subí a ese tren de escribir en una plataforma digital como en otros momentos tal vez se escribía en un diario, como en otros tiempos tal vez se debatía en cafés o pasillos; inclusive pasillos de facultades como la que me albergó durante años y cuyas carreras en algún momento fijaron su atención demostrando una vez más que todo fenómeno es investigable.

2.- Del 2010 para acá muchas cosas cambiaron a nivel personal. No sólo estoy más grande -no tanto, 2 años a esta edad no se nota mucho-, también terminé etapas, empecé nuevas experiencias y cambié incluso dentro de ellas, me acerqué a nuevas personas, me alejé de otras y seguí con muchas. Utilicé el tiempo para escribir de otras maneras, en otros lados. Me acostumbré a leer cosas que ya no eran palabras, y noté que seguir escribiendo como lo hacía cuando los blogs -o este al menos- funcionaban no me era tan fácil. Que haya variado a darle más vida al tumblr -a los varios tumblrs, mejor dicho- y a twitter un poco lo demuestra.

3.- Ya no sigo leyendo blogs con asiduidad. No sé cuánta gente de los que nos leíamos siguen haciéndolo. Por suerte algunas discusiones y textos políticos se siguen viendo. Considero que las opiniones políticas se polarizaron muchísimo más desde el 2010, y los textos que muchos hoy tal vez deciden postear en facebook o incluso seguir en otras plataformas como las radios online enriquecen a veces y la mayor parte fomentan esa polarización. Ni que hablar las discusiones por twitter, más desprovistas de cantidad de palabras pero regadas por cierta espontaneidad que no deja de parecerme curiosa.

4.- Estuve revisando, decía, el blog; y mientras termino de escribir estas palabras y me doy cuenta que sigo con un déficit de atención bastante notorio también me doy cuenta que muchas de las cosas que mantenía en aquellas épocas las sigo teniendo -cierto interés temático, por. ej-. Hoy tal vez sea un poco más grande y haya situaciones que me hacen mucho más feliz de lo que era en el interín en que no escribí por acá. Una de ellas, ver que en algún momento pude escribir. Y que tal vez sea el momento de volver a cambiar y hacerlo de nuevo.

5.- Por si se preguntan, sí, me siguen gustando mucho los covers:


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